Hoy… he venido a hablar contigo
aquí en esta soledad ambigua…
y en este rinconcito…
donde yo me encuentro a solas
He venido a contarte mi amado,
que a veces me encuentro
llorando y sediento…
perdido y callado en la oscuridad
Pero llevo en el alma tu esencia
y la hermosa semilla de tu bendición…
y por eso yo extiendo mi mano…
¡sujeta mi alma y dame tu luz…!
Porque hoy vengo ausente del mundo
sediento de vida… sediento de amor…
y por eso yo vengo a entregarte…
mi alma y mis sueños… mi amado Señor!
Amén
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